Un guerrero interior es aquel que está preparado
para pararse firme ante la adversidad haciendo de la luz su guía, atento
también a hacer consciencia y desprogramarse de todo aquello que le confronta
en su fuero interno y que, de alguna manera, le está impidiéndole reconocerse y
Ser. Para ello es importante que algo
dentro de sí mismo se rebele y le revele un punto de inflexión que le encamine
a ese descubrimiento.
Reconocer esa chispa divina que quiere despertar
en el alma será el trabajo más importante a realizar en esta próxima Luna
llena que tendrá lugar en conjunción al planeta Urano, en el valiente y
auténtico signo de Aries. Ya no hay excusas para no mostrarte ante
los demás tal cual eres, si es que aún no lo has hecho.
Somos una semilla de la fuente, del absoluto,
sembrada en la Tierra, que al ritmo de los ciclos cósmicos evoluciona para
revelar su particular manera de expresar de forma creativa y consciente esa
simiente divina.
Es momento de abrazar la autenticidad propia y
ajena, ello descubrirá y multiplicará el resultado de ese compartir que propone
el Sol en Libra, permitiéndonos disfrutar a la vez de la propia
manifestación y de esas otras manifestaciones del Ser que, como espejos,
aparecen ante nosotros para mostrarnos otras perspectivas que nos permitan
reconocernos más.
También
es momento de dar un cambio radical en nuestro interior que nos reinicie o
resetee pues, de alguna manera, algo dentro de nosotros está pidiendo asumir el
riesgo de emprender una renovación que nos revitalice y nos saque de esos
viejos patrones y antiguos paradigmas que no operan en congruencia con nuestra
naturaleza primordial y que nos han conducido a un especie de estancamiento.
Igualmente, si han habido emociones que han estado
reprimidas o solapadas bajo condicionamientos o conformismo, es muy probable
que estas busquen una salida explosiva que libere toda esa tensión, cosa que
algunos podrán llegar a experimentar como una especie de rabiosa tormenta o
cortocircuito emocional, que habrán de gestionar con la sabiduría y el desapego
propios de Urano, dejando que cada emoción encuentre su lugar en medio del caos
creativo sin aferrarse a ninguna de ellas.
Se trata simplemente de una liberación necesaria
para estar más ligeros interiormente, después de la tormenta veremos todo de
diferente manera y aunque al principio podamos sentirnos devastados, luego las
aguas, después de haber reclamado su cauce original, nos refrescarán con la
sensación de haber revivido o despertado de una inercia que nos tenía
aletargados y que estaba retrasando nuestra evolución.
A veces
es necesaria una sacudida para reaccionar y, cuando es preciso, el Universo se
ocupa de proporcionarnos las experiencias adecuadas para ello y para tal fin
contamos con el planeta Urano, quien es responsable de los
procesos de despertar y de los saltos cuánticos evolutivos.
Este actúa de forma radical, repentina y
sorpresiva, aunque aquellos que cuentan con una intuición muy desarrollada
pueden presentir su torbellino entre la tensa calma que le precede.
Urano en Aries está cumpliendo la función de ser
un activador del despertar a nivel personal y colectivo y la Luna llena como
gran espejo luminoso de la fuerza solar potenciará este impulso evolutivo para
hacer florecer en nuestro interior esa semilla que despierta a la consciencia
de sí misma.
También
es posible que nos demos cuenta de las múltiples posibilidades que ignorábamos
acerca de nosotros mismos y que de pronto empezarán a removerse en nuestro
interior buscando ser reconocidas y ocupar su lugar en nuestras vidas.
Para algunos será como si asistiésemos a una
especie de parto múltiple en el territorio del alma, lo cual puede ser tan
emocionante, liberadora y motivante como aterrador e inquietante.
No olvidemos
además que Marte, quien por su regencia sobre el signo de Aries es dispositor
de esta Luna llena y del planeta Urano, se encuentra en conjunción con Plutón
en el signo de Capricornio, así que puede que sintamos cierta resistencia ante
estos cambios tan radicales, pero también contaremos con la firme determinación
y la fuerza de voluntad suficientes para emprender ese lento pero creativo
proceso de transformación que será detonado y activado de forma repentina por
la conjunción Luna/Urano en Aries lo cual nos permitirá canalizar constructivamente
las raíces de aquello que está naciendo, o bien, renaciendo, en nuestro
interior.
A nivel emocional, hemos de tener especial cuidado
con las rabietas o arrebatos a los que tiende la Luna en este signo, pues el
planeta Urano es capaz de potenciar esa energía generando una especie de
efervescencia emocional que puede desbordarnos, lo cual puede derivar en cierto
descontrol de consecuencias inesperadas del cual luego podríamos llegar a
arrepentirnos. Así que las cualidades de autocontrol que podemos encontrar en la
conjunción Marte/Plutón en Capricornio pueden ser muy propicias en este
momento.
También jugará un papel determinante el estar
abierto al diálogo que, con su correspondiente diplomacia propone Mercurio
desde el signo de Libra, quien se encontrará acompañando al Sol en oposición a
la ya mencionada conjunción Luna/Urano en el signo de Aries.
Dicha conjunción también puede hablarnos de alguna
mudanza que plantee el inicio en un nuevo hogar, o bien de reformas en casa,
problemas con electrodomésticos, cambios radicales y/o inesperados en el
entorno familiar y actividades grupales donde cada uno podrá experimentar la intensidad de su mundo emocional y
aportar desde su interior la impronta de su autentica naturaleza imprimiendo el
sello de su original y única presencia dentro de la diversidad del grupo,
en el cual podremos sentirnos arropados y en familia en la medida en que seamos
nosotros mismos.
Cualquier sutil muestra de rechazo no será más que
un termómetro de nuestra propio desconocimiento o desaprobación interior y por
tanto un impulso a transformarnos en el sentido de ser más fieles a nuestra
verdadera naturaleza.
También es posible experimentar cierto ambiente de
agitación colectiva en algunos lugares, de hecho esta Luna puede intensificar el
riesgo de explosión social en aquellos lugares sometidos a situaciones extremas
de limitación, opresión y decadencia, pues el ambiente estará imbuido en un
espíritu de libertad y rebeldía.
Esta
será pues una Luna de gran intensidad emocional que requerirá de ingenio,
fortaleza y también madurez para experimentar los cambios que puedan suscitarse
con la mejor actitud posible, permitiéndonos
fluir en el aquí y el ahora y en muchos niveles a la vez, abiertos al futuro y
a las nuevas posibilidades de evolución que se abran ante nosotros.
Que esta tormenta emocional sea experimentada como
una creativa renovación, más allá de la destrucción que ello pudiera
conllevar.
Bien nos puede ayudar, no estar prevenidos, no
tomarnos todo demasiado a pecho, desapegarnos y dejarnos fluir, beber alguna
infusión relajante, tener a mano un buen
paraguas o chubasquero interior, asegurar puertas y ventanas del alma, aún así,
la tormenta hará lo suyo y esa tormenta es esa parte de nosotros mismos que
desea que algo cambie para poder renovarse y seguir avanzando en nuestra
evolución y esto vale tanto a nivel personal como colectivo.
Así que es bueno ser prevenido para paliar la
embestida energética de este tránsito, más no resistirse a la corriente de
cambio que conlleva pues esta propone una transformación necesaria de la cual
es preciso hacernos cargo.
Después de todo, despertar siempre es tan impactante como emocionante, pero requiere una
gran responsabilidad porque implica una toma de conciencia inicial que nos
saque de la inercia y, si bien esto a veces puede ser difícil o doloroso, más
doloroso resulta seguir dormido, así que no queda más que abrazar esta
eléctrica Luna que nos devolverá a esa inocencia y autenticidad que creíamos
haber perdido entre tanta confusión y programación.
Recibamos con afecto a ese Ser que renace en
nuestro interior y celebremos este nuevo parto con una afirmación poderosa que
nos establezca firmemente empoderados, reconociendo nuestro lugar en el mundo y
la responsabilidad de jugar nuestro papel de manera responsable y creativa.
Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga