Tauro

Imagen: H.P.Kolb



Tauro representa la consolidación en el mundo de la forma, la agudización de los sentidos y la conciencia del cuerpo que nos permite experimentar el mundo.

A Tauro nada  o casi nada de lo que pueda ser captado con los sentidos habituales se le escapa, es un signo que disfruta al máximo del placer de los sentidos.  Esto los convierte en el signo más sensual de todos.

En Tauro la energía se estabiliza y asienta para poder prosperar, como la planta que se arraiga en la tierra.  Su tendencia natural es a la pasividad, la inercia, lo cual puede inclinarle a la pereza, sin embargo, es capaz de acumular y concentrar fuerzas, que le permiten responder con eficacia a los retos que se presentan en la vida y trabajar duro cuando es necesario, actuando, no obstante, con lentitud, pero también con tenacidad y constancia.  Es, pues, un signo trabajador y muy responsable, de hecho, uno de los que más disfruta el trabajar, pero a la vez precisa, de forma acuciosa, el debido descanso del guerrero, así como disfrutar de los placeres y la pasividad que compensen el esfuerzo realizado y le permitan recargar energías.

Es uno de los signos que más disfruta de la siesta y de la buena mesa.

Sus movimientos son más bien reposados y prefieren hacer las cosas bien hechas aunque eso les demande más tiempo, pues tienen la paciencia suficiente para comprender que los resultados son la última parte de todo un proceso.

Tienen la piel muy sensible, por ello, pueden ser muy delicados en cuanto a las texturas de las ropas que utilizan.

Poseen un oído muy desarrollado y generalmente una voz muy dulce y melodiosa, de allí que muchos tauro tengan facilidad para el canto.

Quieren absorber lo más que puedan ese mundo que los rodea, por ello su afán de tener todo cuanto cautiva sus sentidos.  Esto les ha dado fama de materialistas.  Y en realidad saben manejarse con astucia y versatilidad en el mundo material y comunicar de manera eficaz sus deseos.

Son prósperos por naturaleza y saben ver oportunidades donde otros ven pérdidas o problemas.  Son las típicas personas que se crecen ante las dificultades.

Actúan de forma práctica y racional.

La terquedad es uno de sus rasgos más característicos.  Seguros de sí mismos, tienen muchas metas que aspiran realizar y trabajarán hábilmente y con mucho esmero para ello.




Necesitan expresarse y crear y se desempeñan muy bien en trabajos en relacionados con el arte y la belleza en general, aquellos que requieran trato directo con el público o relacionados con las leyes. No obstante, a nivel profesional son bastante variopintos, les atrae, especialmente, todo lo relacionado con la tecnología, ya sea la informática, las telecomunicaciones, la radio, pero también aquellas profesiones donde lo humanístico predomina, tales como la sociología, la antropología, el activismo, etc.  Por otra parte, su gran ambición, su natural habilidad con el dinero y su filosofía de vida, más bien materialista, puede llevarles a estudiar finanzas y desarrollar proyectos empresariales, dedicarse a las ventas o a la banca.  También son diestros en oficios artísticos, desempeñándose con destreza en el mundo del espectáculo.

Son fieles por naturaleza,  pero suelen adoptar una actitud posesiva y manipuladora con la pareja.  Apasionados y extremistas en este tipo de relaciones, son, en todo caso, muy selectivos, aunque terminan sintiéndose atraídos por aquello que se antoja más complejo y misterioso.

Valoran la comunicación y la inteligencia y dan gran relevancia a la familia que es para ellos motivo de orgullo y su mayor estímulo para luchare en la vida.

La autotrascendencia es vital para ellos y, a pesar de su cariz materialista, tienen un acercamiento muy auténtico a la espiritualidad, la cual consideran como algo muy personal.  Tienen una filosofía de vida práctica y una visión más bien incrédula, rechazando la religión, a menos que tenga una estructura muy clara y le demuestre de forma tangible lo que promulga.  A pesar de ser emocionalmente entusiastas, su ánimo puede pasar por períodos de mengua o decaimiento, dándoles una tendencia al pesimismo, a la falta de fe.  En todo caso, con los años pueden volverse más entusiastas y espontáneos y desarrollar un nivel de confianza cada vez mayor.

En la medida en que despierten a lo espiritual, harán fácilmente conciencia de su propia divinidad y de la presencia de lo divino en la multiplicidad, captando la esencia divina del ser humano.

Es en la naturaleza donde se encuentran a sí mismos, donde se ven más fielmente reflejados y disfrutan esa sensación de paz que les hace sentir seguros;  para ellos reposar en el césped mirando el cielo es la forma ideal de recargar las baterías y estimular su intelecto y su impulso creativo.



Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

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