Luna Llena en Piscis 2017


La Luna llena que está por acontecer vendrá impregnada de una alta dosis de sensibilidad, a tal punto que, a nivel emocional, tenderemos a experimentarnos más vulnerables, hipersensibles e influenciables ante los estímulos del  medio.
De alguna manera seremos más permeables a todo lo que ocurra en nuestro territorio, ya sea externo o interno; todo lo que allí suceda calará más profundamente en nosotros y esto podría, a menos que seamos capaces de adaptarnos a las circunstancias, hacernos sentir invadidos, alienados, o bien, sumergidos en una especie de caos y/o confusión que puede llegar a ser realmente abrumador.
Y es que, además de desplegar su luz sobre el profundo e irracional signo de Piscis, la Luna llena estará acompañada por Neptuno, planeta regente de este enigmático signo, quien se encontrará reclamando como un rey la potestad de su oceánico territorio, haciéndonos experimentarlo con mayor intensidad y plenitud, ya sea que manifieste su energía de forma densa o sutil.  
En este sentido, lo que marcará la diferencia será la actitud que asumamos al respecto.  Con los asuntos neptunianos, será siempre la la fe, la humildad, la aceptación, el perdón, y el amor incondicional lo que nos permitirá integrar su energía y darle el mejor cauce posible.
Fe, que no fanatismo; humildad, que no humillación; aceptación, que no conformismo; perdón, que no sumisión;  amor incondicional, siempre.
Y es que con Piscis y Neptuno tendemos a ceder todo, a negarnos, a permitir ser alienados, pisoteados, sometidos, manipulados, y hay que saber discernir, cualidad propia de Virgo, signo desde el cual el Sol iluminará esta Luna, para no caer en el juego de la sombra pisciana y vibrar desde niveles más elevados de su energía.  Discernir por ejemplo entre la entrega amorosa y la sumisión, proveniente esta última del miedo y la desvalorización.
Otra tendencia negativa de la Luna en Piscis, máxime cuando se encuentra en conjunción a Neptuno, es ejercer una especie de manipulación emocional que no es más que una forma negativa de supervivencia ante el sentimiento de inferioridad o desvalimiento.
La persona, al sentir que no tiene el control de la situación y que no puede conseguir sus propósitos de manera natural, manipulará, comunmente, a través de la victimización.  Así que hemos de estar atentos a no caer en actitudes manipuladoras propias o ajenas.
Piscis y su regente moderno, Neptuno, como buen planeta transpersonal, pueden conducirnos, según como vivenciemos sus energías, a experiencias extremas, ya sea de éxtasis o de dolor, pueden sumergirnos en la plenitud y el gozo de la gracia divina, como también ahogarnos en la desesperación y hacernos sentir profundamente miserables.

Pueden, así mismo, llevarnos a experimentar tanto la sublime belleza del arte y de los mundos sutiles, como la horrible decadencia del vicio y la marginación.  
Y todo esto no es más que parte del juego de maya, pero la energía de este planeta y de este signo también nos brinda la oportunidad de trascender esa ilusión, cuando nos entregamos por completo al Ser, soltando todos lo paradigmas y programaciones que han modelado nuestra estructura egóica, retornando a nuestra verdadera naturaleza.
Mientras tanto, será importante tener en cuenta que la manera como gestionemos las experiencias, ya sea divinamente extáticas o terriblemente dolorosas, como las que puede llegar a vivenciar nuestra alma en esta lunación, será lo que nos permita o nos dificulte integrar lo más sanamente posible la energía neptuniana.
No es lo mismo, por ejemplo, fundirnos en comunión con lo Sagrado y experimentar con humildad y sencillez la gracia de nuestra verdadera naturaleza y obrar desinteresadamente desde esa estado interior, que creernos un mesías o salvador, esperando reconocimiento y pleitesía por ello.
Al igual que no es lo mismo experimentar el dolor y drenarlo sanamente, sanando nuestras heridas, que revolcarse en el sufrimiento y sentirnos miserables e indignos, autocompadeciéndonos y quedándonos en el papel de víctima de otros o de las circunstancias y culpabilizándolos a ellos o, incluso, a nosotros mismos, por todos nuestros males.
De nuevo, el amor incondicional es la clave que marcará la diferencia, permitiéndonos trascender el dolor, el miedo y cualquier emoción negativa que pudiera surgir en el alma.
Contaremos además para ello con la fuerza transmutadora de Plutón en Capricornio que estará involucrado en un sextil con la Luna y Neptuno en Piscis y en un trígono con Sol en Virgo, estimulando la transformación de miedos, bloqueos y condicionamientos limitantes, lo cual facilitará la sanación interior que especialmente en estos tiempos precisamos de una forma u otra.
Por otra parte, esta interacción puede también movilizar nuestro lado más perfeccionista, obsesivo, manipulador, misterioso, controlador y suspicaz, así como favorecer la revelación de secretos o enigmas y potenciar nuestro psiquismo e intuición.
Con la Luna llena en Piscis también podemos sentirnos más inspirados, lo cual favorecerá la natural tendencia pisciana a canalizar la belleza de los mundo sutiles a través de formas de arte tales como la poesía, la música, la danza, el cine y la fotografía.

Piscis es además el signo de la ilusión, tanto aquella representada por la vida misma como aquella que que elaboramos en nuestro imaginario, es por ello que estaremos más soñadores que de costumbre, más fantasiosos y también más nostálgicos, echando de menos ese pasado que nunca volverá y al que, gracias a la energía lunar, podremos transportarnos a través de los recuerdos.  
Si vibramos en el nivel más alto de la energía pisciana podremos ser capaces de trascender esa ilusión que parece atraparnos constantemente y experimentar el florecimiento de nuestra verdadera naturaleza, eterna e inmutable, plena y dichosa.  
Recordemos que Piscis es también el signo de la espiritualidad y la autotrascendencia, así que esta Luna es muy favorable para meditar y reconectar con la fuente y en especial con la energía de la Madre Divina.
La Luna representa, además de nuestra dimensión emocional, el principio de lo femenino por excelencia, a la madre, el hogar y el territorio que nos es familiar, ya sea nuestra propia casa, pueblo o ciudad y país, así como nuestras raíces ancestrales y, como es cíclica, representa también las fases de la vida y, por lo tanto, puede hacer alusión también a la infancia y la juventud y su necesidad de nutrición y supervivencia, a la etapa madura de la madre que nutre, a la anciana que cura y aconseja con su saber y la misteriosa y poderosa bruja, que representa el vacío, la obscuridad, la sabiduría profunda de la sombra y el gozo de retornar a la fuente y de fundirnos con ella a través de la meditación.
En este sentido esta Luna conjunta a Neptuno en Piscis nos permitirá abordar lo femenino desde un punto de vista más profundo y espiritual, descubrir la belleza de su sacralidad para honrarla como se merece, con la acción pura, detallista, devota y servicial que el Sol en Virgo nos propone.
Es posible también que conectemos con una especie de nostalgia de la fuente materna e incluso con algún miedo y/o tristeza relacionado con nuestra madre o con cualquier figura que represente en nuestra vida ese principio materno, ya sea porque esta se encuentre lejos o atravesando algún sufrimiento o enfermedad, porque ya no se encuentre en este plano de existencia o simplemente porque, de alguna manera, nos sintamos separados de ese principio femenino, que nos ha dado origen.
También podría suceder que nuestra familia, casa o territorio esté atravesando por un período de caos, sufrimiento, confunción y desdicha o, en el mejor de los casos, por algún tipo de experiencia de tipo artístico o espiritual.
Puede que nos toque asistir a algún lugar de naturaleza neptuniana tal como un hospital, una cárcel, un monasterio o ashram, un centro artístico o algún lugar marítimo, que de alguna forma nos toque la fibra más sensible del alma.  
Quizá sintamos la necesidad de estar aislados, de recogernos en nuestro hogar o en algún lugar de retiro o escapada y, sobre todo, en ese templo interior que es el alma.  
Meditemos pues en ese espacio sagrado para que esta Luna nos prodigue su amor incondicional y nos arrope con sus bendiciones, sanando cualquier dolor y llenando cualquier vacío ilusorio con su abrazo eterno y trascendente, fundiéndonos en ese verdadero vacío, pleno de gozo, inherente a nuestra naturaleza divina.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Acuario 2017 y el Eclipse



La Luna llena en Acuario que está por acontecer puede sorprendernos con sucesos inesperados, acontecimientos que se suscitarán de forma repentina para darle un vuelco a aquello que dábamos por hecho en alguna faceta se nuestras vidas.  
Cuando la Luna llena ocupa el signo de Acuario florecen los cambios que hacen que aquello que estaba estancado o que ha llegado a su masa crítica prosiga su proceso evolutivo, pero no es un cambio que transcurra de forma lenta y progresiva sino más bien a manera de un salto cuántico.  
Por ello, la principal necesidad que experimentaremos en esta lunación será la de renovarnos, romper con lo establecido, hacer algo diferente, encarar la vida con una perspectiva fresca y original y atender al llamado del impulso creativo para permitir que lo nuevo se manifieste en nuestras vidas.
Con la Luna llena en Acuario la tendencia será rehuir de la monotonía y precisando, de alguna manera, salir de nuestra zona de confort, si no hacemos consciencia de esta necesidad, ese impulso de ruptura con la costumbre y la rutina se manifestará a través de alguna situación inesperada o sorpresiva, que quizá pueda generarnos cierto grado de inquietud pero que no será más que una forma en que el universo responde a esa necesidad, latente en nuestro interior, de cambio y disrrupción.
Emocionalmente, es posible que encontraremos bastante agitados o inquietos, quizá expectantes, como si intuyésemos que algo diferente y excitante está por acontecer, puede que esto nos haga sentir nerviosos  y nos genere cierta angustia o, por el contrario, que simplemente fluyamos ante los saltos emocionales a que esta Luna nos tiene acostumbrados y experimentemos el vértigo como un subidón que nos haga sentir revitalizados.
Acuario es ademas el signo vinculado a las revoluciones o cambios sociales, a los descubrimientos, la interconexión, las redes sociales y lo colectivo, así que es muy probable que veamos acontecimientos resaltantes en, al menos, algunos de estos ámbitos.
Dado que el dispositor moderno de este signo, el planeta Urano, se encuentra en el impetuoso y belicoso signo de Aries es muy posible que a nivel colectivo se vivan situaciones convulsas y, en algunos casos, violentas.
Este se encontrará retrógrado en este fogoso signo tan ligado al sentimiento de individualidad por lo cual es el tiempo perfecto para recordar que una verdadera revolución comienza por uno mismo, en su interior y hacer el debido ejercicio interno para vibrar en una frecuencia más elevada que resuene  con aquellos cambios que deseamos ver.
Esta retrogradación conlleva, sin embargo, el riesgo de retrasos o aletargamiento en los cambios que de alguna forma se habían venido gestando hasta ahora, o bien, de tener que hacer una revisión de los mismos pero, aún así, nos ofrece la oportunidad de reafirmarnos desde una nueva perspectiva para poder de este modo reinventarnos.
Por si fuera poco, esta Luna llena en Acuario se encontrará eclipsada, por lo que puede representar el oscurecimiento o debilitamiento de algún pueblo o nación, generando como consecuencia la reafirmación del ímpetu revolucionario o libertario que venza la inercia a la que ha sido sometido y, a pesar de su desmoronamiento sea capaz de revelarse confrontándose a las medidas violentas que estarán representadas por la conjunción del Sol y Marte en el opuesto signo de Leo.  
Al ser marte dispositor de Urano, puede deducirse que, a mayor intensidad cobren las revueltas o protestas mayor será el ensañamiento y la agresividad con que actúe quien detenta el poder para conservar su posición a toda costa.
No obstante, esta disposición energética también podría manifestarse a través de alzamientos de tipo militar que asistan al pueblo en su liberación.
Es de recordar que los sucesos detonados por los eclipses suelen desarrollarse a lo largo de unos meses, hasta que el próximo eclipse de la misma naturaleza, en este caso lunar, acontezca.
Sea como sea, un eclipse de Luna en Acuario promete acontecimientos significativos que remecerán los cimientos de algún pueblo o nación, representando algún tipo de crisis en ese lugar, ya sea de tipo económico, social o que provenga de alguna alteración de tipo climático o algún desastre natural, como podría ser algún terremoto, huracán, tornado o inundación, en resonancia con la energía acuariana, que implica ruptura, cambio radical y que está vinculada a los temblores, los vientos fuertes, las tormentas eléctricas y las lluvias torrenciales.
Foto:  NOAA

No obstante, teniendo en cuenta la conjunción del Sol y Marte en Leo, a la cual se confronta esta Luna, el elemento fuego podría también ser protagonista, ya sea que se trate algún volcán en erupción, un incendio, una ola de calor, etc.
Por otra parte, la presencia del dispositor tradicional de Acuario, Saturno, aún retrógrado, en conjunción a Lilith en el signo de Sagitario, nos remitirá a acontecimientos vinculados a los ámbitos político, religioso, filosófico, educativo, jurídico y a todos aquellos que tengan importancia a nivel internacional, los cuales cobrarán especial relevancia en esta Luna.
Saturno y Lilith en principio no se llevan bien, son energías que no tienen ningún tipo de afinidad, Saturno representa, entre otras cosas, las estructuras, el orden establecido, las normas, la planificación, mientras que Lilith simboliza la insumisión la rebeldía, el rehuir de aquello que nos somete, quizá en lo único que se pueden parecer es en su tendencia al retiro o aislamiento, pues Saturno es ermitaño por naturaleza y Lilith representa la proscripción, el exilio.  
La conjunción de tales energías en el signo de Sagitario puede por tanto hacer referencia, entre otras cosas, a dificultades o retrasos para viajar, viajes por motivos de exilio político, rechazo de lo foráneo, escenas de racismo o de segregación de tipo político y religioso, represión política de aquellos que se rebelen al sistema, sometimiento de sectores políticos de oposición a las estructuras del sistema por intereses o estrategia política, conformación de organizaciones antisistema.  Represión de ideales políticos o religiosos que amenacen con alterar el orden establecido.   
Igualmente, podría vislumbrarse una marcada tendencia al adoctrinamiento político, religioso y/o filosófico que puede generar por contraparte el surgimiento de estructuras educativas alternativas que desafíen tales condicionamientos, así como también el rechazo hacia la política, la religión e ideales de los que intentaremos alejarnos por considerarlos represores, limitantes, retrógrados, obsoletos o, simplemente, un fracaso.
Pues eso, que esta Luna será movidita y un buen momento, sin embargo, gracias al eclipse, para reconocer la sombra de lo colectivo y de qué manera nuestra idiosincrasia a veces puede jugarnos en contra, y otras, ser un valioso tesoro que nos puede hacer renacer ante circunstancias difíciles y limitantes.  
Sea como sea, la Luna en Acuario nos recuerda que en la unión está la fuerza, para bien o para mal, todo dependerá de cual sea nuestro propósito y nuestra motivación en común, de si responde a fines egoístas o a un noble ideal, como puede ser la libertad.
Es una Luna también para conectar con los amigos y recordar que son esa familia con la que hemos formado grupos de afinidad o que hemos adoptado en el alma por alguna extraña razón o sincronicidad del destino, quizá porque nos aportan ese aire de novedad y nos sacan de la zona de confort, algo muy propio del signo de Acuario.
En otro orden de ideas, puede que en el núcleo familiar propiamente ocurran cambios radicales o alguna situación inesperada, o bien, que la relación familiar esté atravesando una etapa bastante distendida, desenfadada y desapegada, conservando, no obstante, un aire amistoso.
También puede estar en el tapete alguna mudanza o remodelación de casa o local, o experimentar algún tipo de alteración que, de alguna manera, eclipse ese lugar al que nos habíamos habituado, para convertirlo en algo diferente.
El cambio implica desapego, soltar lo viejo para que lo nuevo pueda emerger, esa es la actitud que facilitará el transitar por esta Luna, mientras más nos aferremos a aquello que se ha hecho costumbre y que manifiesta una necesidad de cambio, más doloroso o incómodo será.  El cambio es una cualidad intrínseca de la naturaleza sin la cual no habría evolución.
Acuario es también el signo de la sabiduría, de la genialidad, del cambio de paradigmas, de la universalidad y del despertar de la conciencia, este nos puede hacer abrir los ojos a una nueva realidad, tanto como devolvernos en un instante a nuestra original naturaleza, y todo en una especie de salto cuántico revelador que no es más que el resultado de un largo proceso podría decirse más bien de naturaleza escorpiana que, gestándose en lo más profundo, finalmente abre paso a la irrupción de la energía acuariana que hace erupción, brinca, eclosiona, transportándonos a un mundo nuevo, o bien, a una nueva forma de percibir el mundo.
Esto no se consigue haciendo muchos talleres o leyendo muchos libros de autoayuda, sino mirando hacia adentro con esa curiosidad y frescura de quien quiere descubrir el universo para soltar todo aquello que creyó ser hasta ese entonces dejando espacio a la revelación de la original naturaleza del Ser.  
Como siempre la Luna llena en Acuario, será una excelente oportunidad para ello.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Capricornio 2017


Se aproxima una Luna llena sumamente intensa, diría incluso, una Luna que infunde respeto, que hay que abordar con pies de plomo, con las emociones bien templadas y haciendo un esfuerzo especial si queremos realmente ir más allá de los condicionamientos que nos limitan o parecen limitarnos de alguna manera.
Y es que esta no será una Luna llena en Capricornio cualquiera.  La Diosa Madre celeste estará acompañada por el poderoso e intimidante Plutón, que aún sigue recorriendo la pedregosa senda de este signo, impregnándola de su energía oscura y misteriosa, como si la Luna no fuera ya misteriosa de por sí.  
Al producirse esta amalgama con Plutón, su misterio se verá elevado a la enésima potencia, mostrándonos el lado más oscuro pero también potencialmente luminoso de nuestro mundo emocional y proponiéndonos, por tanto, un trabajo de alquimia y empoderamiento interior.
A nivel emocional tenderemos a adoptar una actitud algo fría, distante  y pesimista, incluso sarcástica, que petrificará el entusiasmo que expresan el Sol y Marte desde el opuesto signo de Cáncer.
Puede que algunos experimenten esto como rechazo y/o juzgamiento y otros se sientan como si una aplanadora les hubiera pasado por dentro.  Sea como sea, la amargura y la pesadez propia o ajena pueden emerger y amenazar con hundirnos bajo su peso, sin embargo, si sabemos aprovechar la presencia de Saturno en Sagitario, quien es dispositor de esta Luna, podremos salir airosos adoptando una actitud estoica y optimista ante las dificultades o retos que puedan presentarse a la par que conseguir vencer esa pesadez interior que , de alguna manera, pareciera querer atenazarnos.
Uno de los objetivos a realizar con esta Luna será transformar nuestros miedos y bloqueos en esa fuerza motora que nos impulse a volar alto, levantándonos de nuestras propias cenizas, venciendo la inercia que nos ha mantenido estancados en alguna faceta de nuestras vidas.  
No hay nada más destructivo que el miedo, porque el miedo es paralizante y estar paralizado es como estar muerto en vida.  
Así que llegó el momento de empoderarnos y vencer esa esclavitud a la que el miedo nos ha mantenido sometidos, la esclavitud de aguantar situaciones intolerables, de bajar la cabeza ante las injusticias, de doblegarnos ante una autoridad muchas veces déspota e incluso cruel que hemos proyectado afuera porque no hemos sabido hacernos cargo de nuestra propia sombra, no hemos hecho el suficiente trabajo interior.  
Y esto vale tanto para lo personal como para lo colectivo.  Tal vez no nos respetamos lo suficiente como para no permitir que cosas realmente abominables sucedan, tal vez no hemos tenido el suficiente rigor para ser más críticos y poner un límite a aquello que definitivamente no está bien ni es correcto bajo ninguna óptica.
Tal vez hemos adoptado una actitud demasiado pasiva ante ciertas circunstancias, cayendo en el mortal letargo de la inercia.   Hemos vivido demasiado tiempo oprimidos y no es hasta ahora que hacemos mayor conciencia de ello y, precisamente, esta Luna va a ser determinante en este sentido, al hacernos sentir la frialdad y la pesadez de nuestras cadenas, aquellas impuestas o que, en algún momento de debilidad, inmadurez o torpeza, nosotros mismos aceptamos.
Y habrá un luminoso impulso interior que nos llevará a confrontarnos a esos condicionamientos, ese impulso estará representado por la conjunción Marte/Sol en el signo de Cáncer, que estará haciendo oposición a la conjunción Luna/Plutón.
Esto podría verse representado, por ejemplo, por un militar de alto rango o a algún personaje heroico y marcial, guiado por el más puro sentimiento patriótico, en una batalla contra un monstruo que tiene sometida a una nación, pero también podría representar al mismo gobernante de una nación acompañado de sus fuerzas militares e imponiendo su mandato a través de las armas.  Igualmente, puede representar el reconocimiento y ascenso concedido a militares como forma de asegurarse su respaldo y perpetuarse en el poder al utilizarlos para mantener al pueblo sometido;  todos estos acontecimientos pueden, incluso, desarrollarse se forma paralela, como es el caso de Venezuela.

Por contraparte, la oposición de fuerzas representada por ambas conjunciones puede bien representar la gloriosa lucha de ese bravo pueblo que  cansado de estar oprimido y ser reprimido, asuma el liderazgo que le corresponde y se empodere para transformar y derrocar a ese sistema caduco y destructivo que lo ha venido sometiendo durante largo tiempo.
Y aunque surjan liderazgos en ese proceso, no habrá mayor ni mejor liderazgo que el del propio pueblo, que se encuentra sometido a fuerzas que parecieran ser omnipotentes y que han olvidado que pueden poseer cualquier cosa menos nuestras almas y nuestra conciencia, que tarde o temprano los pueblos despiertan como un dragón dormido, se organizan y dan la batalla a ese otro dragón, ya moribundo, que ha usurpado su soberanía, condenándole a la miseria, la opresión y la desdicha.  Vale decir que este dragón moribundo se mostrará cada vez más cruel en un intento de preservar su poder, pero está cansado, pues sabe que le llegó su hora y se siente acorralado.  
Así que todo dependerá de ser capaces de tener una resistencia lo suficientemente fuerte y constante, disciplinada y organizada, pues esta batalla es precisamente de eso, de resistencia, y el pueblo podrá conquistar la victoria en la medida que sepa levantarse como un ave fénix de sus cenizas para ejercer la autoridad que le corresponde, a la par que lucha con toda la fuerza de su alma.
A un nivel más personal es hora de, precisamente, asumir esa autoridad que hemos ido delegando en otros y tomar la iniciativa de mostrar nuestro lado más sensible e intuitivo y conducirlo sabia y estratégicamente a ese empoderamiento que reclama, no olvidemos que la Luna es dispositora, por su regencia sobre el signo de Cáncer, de Marte y del Sol, presentes en ese signo, lo cual ayudará a encontrar la armonía a través del conflicto que propone la oposición si sabemos aplicar la disciplina necesaria para ello.
Con esta conjunción sólo aquello que nos es muy íntimo, familiar o que nos resuena a un nivel emocional, hará que aflore nuestro guerrero interior, representado por Marte en Aries, y se ponga a disposición de esa luz que desea mostrarnos el brillo y poderío de la sensibilidad, de la intuición, lo emocional, lo femenino, como es propio del Sol en Cáncer, porque es así como brilla un Sol en Cáncer, signo que también, al igual que la Luna, representa a los pueblos, las familias, las madres, la infancia, el hogar, las naciones.
Tal vez nos toque defender a nuestra familia u hogar de alguna situación amenazante o emprender algo importante en el ámbito de lo familiar que transformará la estructura del hogar o la familia, tal como podría ser la inversión en un inmueble o la llegada de un hijo o quizá algún negocio que nos permita empoderarnos y resurgir económicamente.
También será importante actuar con cautela, cosa que a Marte y al Sol en Cáncer les cuesta pues están dominados allí por factores emocionales que no pertenecen a su elemento habitual y pueden hacerles fluctuar en su propósito, no obstante, como he dicho, la presencia de la Luna en Capricornio, siendo su dispositora y estando en conjunción a Plutón puede llevar a estabilizar estos impulsos y darles un sentido más firme, estratégico, poderoso y transformador.  
No obstante, también podrían ser utilizados o manipulados por fuerzas contrarias a su favor, por tanto, la sabiduría con la que gestionemos nuestra voluntad será clave para determinar los resultados de este intenso proceso, tanto a nivel individual como colectivo.
Para completar el cuadro de estas pugnas, tensiones y desafíos, el planeta Júpiter se encontrará formando, desde el signo de Libra el ápice de una T cuadrada con esta poderosa oposición, por lo cual será importante prestar atención a los factores jupiterianos que puedan hacer pendular la balanza hacia un lado un otro.  
Júpiter tiene que ver, entre otras cosas, con los asuntos políticos, filosóficos, religiosos y aquellos vinculados a la educación superior, así como también a factores culturales e internacionales.  

Júpiter en Libra busca expandirse a través de la diplomacia, de esa búsqueda de armonía través del conflicto de la que he hablado antes, sin embargo, con la tensión representada por la cuadratura con Plutón en Capricornio, habrán muchos intereses oscuros implicados, tal como pueden ser asuntos relacionados con la explotación del subsuelo, mafias, terrorismo de estado, etc.
Así mismo hace referencia a temas legales, al derecho y búsqueda de la justicia, esta también puede verse contrariada, limitada y manipulada por esos intereses oscuros que quieren hacer cosas que contravienen las leyes y los derechos de los ciudadanos con el fin de lograr sus objetivos.
Esta cuadratura en T, nos puede también hablar de actos bélicos y terroristas vinculados a temas políticos y religiosos, que en realidad encubren intereses territoriales, en los que las élites de poder llevan a cabo una especie de tenebroso juego de ajedrez en función del cumplimiento de sus oscuros propósitos.
Igualmente es posible con esta configuración astrológica acontecimientos naturales donde la fuerza de la tierra y el agua estén implicadas, pudiendo propiciar inundaciones, derrumbes y aludes, por lo que es conveniente evitar las laderas de ríos o excursiones a la montaña en caso de presentarse o pronosticarse mal tiempo, sin embargo, si el tiempo y las condiciones lo permiten puede ser un momento fantástico para realizar una poderosa meditación en la montaña.
Por otra parte, existe mayor probabilidad de presentarse filtraciones de agua o problemas con cañerías.  
No olvidemos además que Marte, emplazado en Cáncer, sigue siendo dispositor de Urano, pues este aún se encuentra transitando por el signo de Aries y, de paso, se encontrarán en cuadratura, así que los desastres o asuntos inesperados relacionados con el agua pueden activarse en torno a la Luna llena, que se ve implicada e esta tensa configuración o, incluso, durante algún otro momento en el transcurso de este ciclo lunar.
Cabría señalar, de igual manera, que Luna en conjunción a Plutón en este plenilunio capricorniano también podría activar algunas fallas y volcanes.
Dicha conjunción está vinculada también a asuntos relacionados con sitios oscuros y/o subterráneos como sótanos, cuevas, minas u otro tipo lugares misteriosos y confinados, así como a aquellos donde se mueven energías densas, oscuras, o bien, poderosas y transformadoras, tales como cementerios, rincones esotéricos, lugares de poder, escuelas de Yoga, Centros de Terapias, etc.
A un nivel más personal, convendría durante esta Luna ser más cuidados con la alimentación, evitar alimentos chatarra, muy picantes o que puedan resultar difíciles de digerir, pues podrían generarnos algún malestar, ya que el sistema digestivo estará más delicado y susceptible a padecer trastornos e, incluso, intoxicaciones.
No es mi intención ni mucho menos ser profeta del desastre, sólo advertir sobre la naturaleza de los acontecimientos que podrían presentarse durante esta lunación.  
Lamentablemente, la oposición Marte/Plutón tiende a sucesos violentos, incómodos, transformadores y destructivos.  Son energías intensas que estarán pugnando entre sí y esto verá su manifestación de alguna manera, esperemos con el menor daño o molestia posible.  
Es otro orden de ideas, es un momento ideal para trabajar el empoderamiento femenino,hacer terapia, practicar Yoga, o bien, para experimentar nuestra sexualidad, toda vez que estemos dispuestos a rendirnos al placer y transmutar esos bloqueos o resistencias que a veces pueden aparecer en este terreno.

Sea como sea, se vivirán situaciones intensas y transformadoras donde se pondrá a prueba nuestra fortaleza interior y nuestra capacidad de respuesta, serán hechos que nos pedirán madurez, responsabilidad, paciencia y cautela, combinados con sensibilidad, intuición e impulso protector.  
Es posible que se trate de alguna situación donde tengamos que templar las emociones y modular los impulsos interiores para canalizarlos de forma constructiva, racional y estratégica.  Quizá el tótem de la serpiente, del águila o del ave fénix puedan servirnos de referente sobre como actuar en estos momentos.  
Debe imponerse, sobre todo, la sabiduría, el empoderamiento, una actitud prudente y planificadora, que exprese sólo lo justo en el momento justo, gestionando sabiamente los instintos y actuando sólo en el momento oportuno, cuando sea conveniente, sin dispersar fuerzas, todo ello aunado a una visión elevada que nos permita tomar perspectiva atenta y superior sobre los acontecimientos y a una fortaleza de espíritu, una voluntad inquebrantable que nos sostenga.
Es fundamental activar la resiliencia y la capacidad de transmutación interior que nos permitan remontar las dificultades y reestructurarnos interiormente a través de ese proceso alquímico que nuestra evolución demanda en estos momentos.
Así que no nos dejemos intimidar por el lado oscuro de la fuerza, más bien hagamos un esfuerzo por integrar ese poder que habita en nuestra sombra para dejar de proyectarlo, eso forma parte de la necesaria maduración a la que esta Luna nos invita.  Empoderémosnos en el factor tiempo, pues este será fundamental y puede jugar a favor o en contra, según nuestra disposición y nuestra capacidad de mayor o menor organización.
Ganémosle al miedo conquistando los fantasmas con los que han querido aterrorizarnos o con los que nosotros mismos nos hemos subyugado y limitado.  Venzamos nuestras resistencias internas para que podamos mudar la piel y renacer más fuertes, luminosos y sabios.
Recordemos que aquello que no nos mata nos fortalece, así que la fuerza nos acompañará indefectiblemente porque no es algo externo, es algo muy poderoso que habita en nuestro interior y tal vez sea a eso a lo que tenemos más miedo, a descubrir cuan poderosos somos, porque el poder implica una gran responsabilidad, asumámosla y no la deleguemos más a oscuros intereses, es el momento de que la luz oculta en la sombra brote como lo hace una semilla.
Meditemos en ello y obremos en consecuencia…  Lo que no evoluciona, se estanca, así que propiciemos la transformación de lo caduco para que pueda la vida seguir fluyendo y trascendiendo a la muerte.

Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga

Luna Llena en Sagitario 2017

Imagen: H.P.Kolb

Sagitario es el signo de los sueños, los ideales, de aquello que seduce nuestra mente superior, esa que es capaz de manejar conceptos abstractos y se afana en buscar y encontrar el sentido superior de la existencia.
Representado por el centauro, que apunta su flecha hacia el firmamento y sacude con brío y firmeza sus patas animales sobre la tierra, hace alusión a la naturaleza dual del ser humano, mitad divino, mitad terrenal y a su capacidad de disfrutar los placeres mundanos a la par que aspirar a alcanzar el conocimiento superior, la sabiduría, el sentido elevado y sublime de la vida.
Es por ello el signo relacionado con los ideales, ya sean de tipo político, religioso o filosófico.
Su temperamento jovial, alegre y optimista le caracteriza.  Así como esa cualidad expansiva que lo hace resonar, entre otras cosas, con la abundancia, la amplitud de miras y la generosidad, así como tener una actitud aventurera y conquistadora.
En este sentido, es una Luna vinculada a los viajes, especialmente a aquellos que nos llevan a territorios lejanos, y también con los estudios superiores, así que no será raro que durante esta lunación sintamos la necesidad de explorar territorios desconocidos, adquirir nuevos aprendizajes, conectar con otras culturas, ya sea a través de un viaje, de la comida, de un curso, de un documental o un libro.
El Sol en Géminis estará irradiando toda su luz desde ese signo curioso y comunicativo que siempre tiene información que compartir e ideas que transmitir y esto estimulará a la Luna en el opuesto signo de Sagitario.
Sea como sea querremos salir de la zona de confort y buscar algo fuera de lo habitual y conocido que amplíe nuestra idea de nosotros mismos, nuestra alma lo necesita como un alimento interior que le hará sentir más plena y satisfecha, aunque no por ello saciará su sed de ir más allá, con la Luna en Sagitario siempre necesitará alguna cosa más para colmarse, el alma querrá expandirse lo más que pueda pero, en este caso, Saturno en conjunción a la Luna le pondrá ciertos límites o condiciones para ello.
La Luna en este signo también nos predispone a estar alegres y a responder emocionalmente con una actitud optimista y esperanzada ante las situaciones del día a día, a tomarlas con humor y encontrar la enseñanza que comportan.  Sin embargo, también puede ocurrir que nos encontremos hipersensibles y conmocionados por todo aquello que consideremos deshonesto, cruel, injusto o carente de ética o que de alguna manera contravenga nuestros principios religiosos, políticos o filosóficos.
En esta Luna se suele estar más atento que de costumbre al acontecer internacional, pues su naturaleza expansiva y foránea se concentra en aquello que es distante, lejano, diferente y desea de alguna forma comprenderlo y abarcarlo.
Los hechos relacionados con política o religión nos calaran más hondo, para bien o para mal, serán más que meras noticias pues de alguna manera nos afectarán o incidirán en nosotros a un nivel más emocional que racional, ya sea por su contundencia y trascendencia, porque  de alguna manera afecten nuestros ideales o creencias, porque los consideremos injustos y/o porque afecten directamente a nuestro país o familia.
En este sentido, cabe señalar que el dispositor de esta Luna, por su regencia sobre el signo de Sagitario, el planeta Júpiter, se encuentra actualmente en el signo de Libra en conjunción a la estrella Algorab, estrella de naturaleza nefasta situada en este signo astrológico y correspondiente a la constelación de El Cuervo.
Para los antiguos chinos estudiosos del cielo esta estrella formaba junto a otras tres más de la misma constelación, el asterismo Tchin, que correspondía como símbolo a un carro de guerra, por lo tanto, dada su naturaleza maléfica es de esperar situaciones bastante problemáticas a escala internacional y en general en los ámbitos político y religioso.
Libra es por cierto un signo relacionado, entre otras cosas, con la sociabilización, las relaciones de pareja y de asociación, la justicia y la búsqueda del equilibrio y la armonía ya sea que esta se busque a través de la conciliación o del conflicto, así que estas cuestiones resonarán poderosamente con lo que acontezca en torno a esta Luna y serán detonantes fundamentales de los hechos que acontezcan en torno a la misma.

Cabe esperarse entonces, ante esta conjunción de Júpiter, regente de esta Luna, con la estrella Algorab, terribles injusticias a nivel político y religioso, hechos nefastos relacionados con estas áreas, así como alianzas desafortunadas y terribles confrontaciones.
Así que será todo un reto, especialmente para aquellas personas altamente sensibles y/o comprometidas con sus ideales el mantener el optimismo y la fe de Sagitario ante las circunstancias que pueden presentarse, no obstante, es ese optimismo, esa fe y esa esperanza sagitariana la que puede sostener el ánimo y servir de medicina ante esos momentos difíciles que podríamos estar atravesando, ya sea a nivel personal o colectivo,
Saturno en Sagitario en conjunción a la Luna, por un lado, nos invita a afrontar los retos y dificultades con buen talante, con una actitud estoica y positiva.  La resiliencia será una de la virtudes o capacidades a cultivar en estos momentos.
Por su parte, Lilith, también en conjunción a la Luna llena en Sagitario, nos invita a rebelarnos ante las injusticias, antes los ideales caducos y oprimentes, ante la represión de nuestros derechos y libertades, representada por ese Saturno en su faceta más negativa o vibración más baja.
Este stellium, dispositado todo por ese Júpiter en Libra en conjunción a Algorab, promete acontecimientos de largo alcance toda vez que la energía de Lilith nos impulse a ir más allá del orden establecido al haber reconocido que ese orden es, no sólo ineficaz, sino corrupto y pervertido por ideales distorsionados que han sido vaciados de un justo propósito y conducidos por cúpulas de poder viciadas por intereses personales y egoístas.  Será entonces un momento de rebelión en aquellos lugares que han conocido el límite de la miseria y que están cansados de brutales injusticias y atropellos.
Saturno, además de acompañar a esta Luna en Sagitario se encuentra haciendo trígono a Urano en Aries, por tanto cualquier intento de reprimir al pueblo, representado por la Luna, lo único que hará es encender la chispa de la protesta, generar más revuelta y como Aries está en Cáncer, los ánimos estarán aún más caldeados y el pueblo, víctima de la violencia, se crecerá en el fragor de la batalla.
Así que es momento para los pueblos que luchan de mantener el ánimo en alto, la confianza en que la tiranía, no puede durar toda la vida y aunque no lo pongan fácil, tarde o temprano se verán remecidos ante la fuerza irrefrenable de aquellos que se rebelan y resisten.
En un sentido más personal, es momento de revisar nuestros proyectos y tomar la iniciativa de hacer los cambios necesarios para impulsarlos, pues podemos sentir que están algo estancados y/o enturbiados por situaciones adversas. 
Es importante que recordemos hacer cierta limpieza o purificación interior de todas esas toxinas generadas por nuestros miedos y bloqueos, plantarnos firmes con una actitud positiva y lanzarnos a la aventura, con prudencia, paciencia, trabajo y disciplina, como nos pide Saturno en Sagitario desde su más elevada vibración, que infunde orden y estructura, pero también con esa Sabiduría de Lilith que nos invita a explorar nuestros deseos reprimidos de ir más allá, de aventurarnos a lo desconocido y descubrir a través de lo más hondo, oculto, rebelde y salvaje de nuestra naturaleza un sentido superior de la existencia.
La energía de Lilith en este signo nos llama que aprendamos a ser libres política, religiosa y filosóficamente hablando, concibiendo ideales más justos, que respondan a una profunda ética que desafíe los condicionamientos caducos, los sistemas y estructuras castrantes y opresoras tanto impuestas como autoimpuestas y que nos permita tener la abundancia, la bondad y la alegría que merecemos.
A veces es necesario rebelarse ante algo o alguien para alcanzar aquello que merecemos, sobre todo, rebelarnos ante esa voz interior que nos dice que no podemos ir más allá, que no podemos aspirar a algo mejor, que no podemos disfrutar o que no merecemos estar bien, sonreír, soñar. 
Esa voz se encargará de acallarla Lilith en Sagitario de una buena coz y apuntando bien alto la flecha de este aventurero signo, no obstante, también es importante que se rebele ante el exceso de confianza, la ingenuidad e indisciplina propios de este signo y actúe en sinergia con la voz más disciplinada de Saturno si quiere realmente alcanzar objetivos que perduren en el tiempo y que no se desvanezcan como sus flechas en el aire.
Quizás la Luna pueda servir de puente entre esos dos arquetipos o energías tan distintas, que se encuentran en torno a ella, flanqueándola como centinelas en esta lunación, y fundirlas en ese cáliz abundante y rebosante que es el alma cuando la Luna nos muestra su faz iluminada en este signo.
Meditemos en nuestros sueños y luchemos con toda el alma por ellos, el esfuerzo bien vale la pena.


Nathacha Oura
Astróloga y Taróloga